Es en estos días en los que empieza el buen tiempo es cuando empiezo a pasar por su casa. A veces cuando llega Semana Santa, otras veces antes, pero en cuanto el sol empieza a calentar por Málaga un poquito, cuando las tardes se alargan y el buen tiempo parece ya una constante en la primavera justo ahí, sin poner una fecha concreta empiezo a mirar las persianas azules de su casa por si aparece. Durante todo el invierno permanece cerrada, la lluvia y el frio caen por esas ventanas cerradas a cal y canto, tan triste que parece que nunca nadie vivió allí. Pero ayer se abrieron las ventanas, se levantaron las persianas, se abrió la verja que da a la parte de la playa y yo pasaba en ese instante y justo salía a sacar una maleta más. Está de espaldas, el estómago me duele aún al verle, me pongo nerviosa mientras ando hacia la puerta, las manos me tiemblan un poco, no se que frase decir cuando me vea. Ahí justo se gira y nos miramos, entonces es como si nunca hubiese pasado el tiempo, hace ...