Sigo queriendo ir a Mónaco. No se, no es que tenga un motivo especial, pero, como sabes, soy un poquito obsesiva y desde hace unos tres años, un día empece a ver fotos de Mónaco y tengo un especial interés por ir. No es la cumbre del barroco, ni tampoco yo soy una amante de los casinos, pero me encanta Mónaco. Quizá mi fascinación empiece por la adicción a los cuentos de princesas y claro es que lo de la familia Grimaldi es un cuento pero de los de muchas páginas, de los que no acaban nunca, empieza por Grace Kelly y eso no acaba, con bellezones por princesas, romances secretos, amores imposibles, nietos que deslumbran, nietas que hacen sombra, reyes que no reinan, hermanas que ejercen si estar presentes. Vamos que yo creo que Mónaco se queda pequeña para su principado, se merecen más terreno por lo grande de su historia. Y además lo tengo todo en mi mente, un viaje estupendo, con un hotel fantástico que ya tengo visto, paseos por el puerto y Monte-Carlo, visitar el centro, pasa...