Perder la cabeza

Me gusta tocarte y lo hago a menudo, porque aunque tu piel no es suave tu contacto me gusta. No me pone nerviosa como tu voz, ni me lleva a otro mundo como tu olor, tocarte me calma y me une a ti, como si cada vez que te acaricio el brazo estuviéramos más cerca, mas unidos. Me gusta tocarte, no acariciarte ni achucharte, solo tocarte.

Cada tarde bajo a verla, le pido folios, le  compro una goma o hago fotocopias. Solo me falta pedirle la mano en matrimonio a su padre, porque lo he intentado todo, es la mujer de mi vida y sigo luchando por ella, solo hubo un beso, una sola vez bastante bebidos, nos encontramos por casualidad en la celebración de su 25 cumpleaños y acabo en beso, pero no cuenta, eso no cuenta. No hay ninguna señal de que le intereso, lo se, pero es que llega la hora en la que termino de trabajar en la oficina y no puedo pensar en hacer otra cosa que pasar a verla, invento excusas para pasar por su papelería; me sonríe y me mira como si fuera su novio, pero solo eso, no hay más. Tengo que decidirme y hacer algo, para bien o para mal, esta historia me está matando.

Por ti me casaré, Por tu sonrisa,  Qué me gusta hasta morir no se por qué... Eso decía la canción que me enamoraba de pequeña.  Y me casaría contigo mil veces, una vez al año por lo menos, para celebrar nuestro amor.  Me casaría por tu sonrisa y tu mirada, por tu guitarra y tus canciones. Porque me conoces, me cuidas y me enamoras, porque sabes lo que me hace feliz.  Y cuando nos casemos sonará esta canción, pero con una versión de un grupo que nos encanta y nos casaremos en un sitio fantástico. Y bailaremos un baile precioso.  Cada año una canción, ya tenemos unas pocas. 

Cuando volví a buscarte no estabas, me prometiste que estarías, que no te moverías de donde estabas, que esperarías el tiempo que fuese necesario. Y ahora no estás.  No puedo creerlo, he soñado tanto con este reencuentro que ahora que no puede ser me parece un mal sueño, una parte de mi se rompe, se pierde.  Soñé con mi regreso, lo hablamos mil veces por teléfono y ahora cuando todo esta cerrado cuando ya estoy aquí tu no estás.  Por qué te has ido, no has podido esperar un día más?  No me puedo enfadar porque fui yo la que decidió irse, la que quiso poner kilómetros de distancia para poder alejarme de ti, pero mi distancia se hizo cada vez más oscura, cada vez mas triste y nuestras conversaciones cada vez más sinceras, más divertidas, así que decidí volver a tu lado y hacer realidad nuestros sueño de empezar una vida juntos de independizarnos, incluso trabajar juntos, planes, ideas, proyectos, que ahora se quedan en el aire, que no podremos realizar.   Por mas ...

No me esperes cada noche a las 12, dejaré de pasar por esa acera, o si paso no me detendré. No creo que ahora me gusten nuestras conversaciones ni que me acompañes paseando hasta casa. Lo  nuestro pasó hace mucho, no te agarres a eso, han pasado los años y muchos acontecimientos que me han convertido en otra persona. Se que tienes alma de redentor y que siempre me has querido, pero no me dicen nada tus palabras, no entiendo tus bromas y no me gusta que me des la mano. Ya no te quiero y nunca más volveré a hacerlo, deja de esperarme cada noche a las 12, no pasaré mas.

Me cae bien la gente que tiene la misma letra que yo en el DNI. Así, en principio. 

Nunca había visto ese gesto en tu cara. Ese nerviosismo en tu ojos cuando aparecía a lo lejos con sus gafas de sol y su gesto tirante acercándose a ti.  Nunca pensé que pasaras por esto, tu no.  Te vi débil y cabizbajo.  No me gusta que lo hagas. No eres de los que mira hacia otro lado, plántale cara, te lo repito no eres de los que mira a otro lado. No. Lo volverá a hacer, volverá a castigarte con su mirada hiriente y su desaire. Volverá a darte la espalda en la toalla pero haciendo que sientas su enfado. No aguantes a alguien que te decepciona y te hace daño. Quiero alguien que te mire de frente y que enloquezcas con su mirada.  La vida no te trata bien.  Tienes que seguir luchando. 

A Rebeca la diferencia del resto de la gente su risa. Aunque estés lejos de ella, a kilómetros de ella, escuchas su risa y te la contagia. Es una risa que llena el espacio y que te alegra cualquier tarde. 

Si, estás leyendo bien, de verdad vete, por donde has venido, por donde llegaste, coge tus cosas y márchate, por favor. Necesito volver a respirar sin que me duela, no tener que necesitarte, no pensar en ti cada noche, no volver a soñarte, no enseñarte lo peor de mi y no volver a consolarte.  Vete bien lejos, apártate de mi, nunca te he merecido la pena, nunca me has valorado como una opción y eso duele, duele mucho.  Vete joder, vete, me haces feliz cada minuto que estoy a tu lado, pero no puedo pasar más años dando algo sin condiciones, sin pedir nada.  Quiero que te vayas y que no me enseñes tu sonrisa, ni me entiendas al hablarte, no quiero que me embeleses con tus historias, ni que me hables de cosas que no entiendo para hacerme reír.  Vete, maldita sea, vete ahora que ya no puedo moverme, que soy prácticamente tuya al completo, que me tienes fascinada con tu encanto y tu mirada, con tu pasión por las cosas, tu misterio inexplicable.  Márchate, ...

Intenta olvidar a alguien y aparecerá en todos los rincones. No hay nada más eficaz que intentar sacar de a alguien de tu cabeza para que este más presente que nunca en tu vida.