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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Cosas buenas

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Te animo a hacer a diario una lista de cosas buenas que te han pasado, cosas que te han gustado, que te hacen sentir bien. Antes de irte a dormir, repasa y encuentra cinco cosas buenas que te han sucedido ese día, empieza por 5, o por 3, no te hacen falta más, cuando pasen dos o tres días encontrarás muchas más. No es necesario que sean grandes, las pequeñas cosas a veces son mas importantes y más satisfactorias. Te cuento mi lista de hoy: - Me he despertado con unos mensajes de mi hermano que me hacen reír. - He tomado un zumo con mi amiga Montse, en silencio, frente al mar. Unos minutos de relax. - La llamada de mi madre preocupándose por mi. - La respuesta positiva a un mensaje de un amigo que llevaba un par de horas esperando. - Compartir un gofre con Salva y su cariñosa conversación a la salida del colegio. Te adoro Salva, siempre me haces feliz. - Escuchar una canción en el coche a todo volumen cantando bien fuerte, eso siempre alegra. - Jugar al scrable con Lucas y que...

Felicidades!

Hoy cumple 86 años, como cada año las velas de su tarta se lo recuerdan y le alegra celebrarlo con su mujer y sus hijos, sus nietos corretean por la casa y lo tocan todo, preguntando para que sirve esto, o de quien ese cuadro colgado en la pared del salón. Siempre es un día estupendo, el 20 de Noviembre, regalos, celebración, unión. Sólo hay unos segundos en los que la mirada de Alberto se entristece, se apaga, y es cuando recuerda a Maica, ella fue muy especial, después de tantos años la sigue recordando cada día. Sobre todo el día de su cumpleaños, hacían algo especial cada año en una fecha muy cercana para celebrarlo. Aparcaban todo lo que tenían para pasarlo juntos. Pero ahora las fuerzas le faltaban. 

Pero no

Le miraba cada día convencida de que le quería, pero no.  Sus características le hacían el hombre ideal, pero no.  Era guapo y elegante, tenía un porte enviable, las abdominales marcadas, un cuerpo atlético, pero no. Era el hombre con el que había soñado siempre, el que le encantaría presentarle a su madre, pero no.  Lo pasaban bien juntos, se reían y tenían amigos comunes, pero no.  No podía elegirle como compañero de vida, no podía compartir con el resto de sus días. Porque ella no estaba enamorada, cuando cerraba los ojos no era a él al que veía y cuando lloraba en silencio, no eran por él las lágrimas.  Era el hombre ideal para enamorarse, pero ella no estaba enamorada.