Se me olvida recordar

Después de 12 años, a veces, se me olvida recordar mi historia de amor.

Se me olvida aquel flechazo en un breve espacio de tiempo en la que, con 24 años me planté delante de mis padres y les dije, "mamá, papá, he conocido al hombre de mi vida" viví aquellos meses con tanta intensidad que al recordarlos me hace siempre sonreír. Largos paseos, los primeros besos, las caminatas junto al mar, las llamadas interminables, todo lo que tienen las historias de amor, pues lo tiene la mía,

La historia de amor que yo he vivido tiene un comienzo espectacular, un comienzo de los míos, sin medias tintas, un amor desatado. Recuerdo las primeras veces que aparecía por la heladería, como quien no quiere la cosa, recuerdo las primeras veces que nos quedábamos sólo mirándonos sentados en un banco.

Esta historia de amor tiene, como ya sabes, una boda, un embarazo, Carlos, viajes, paseos, cine, regalos, otro embarazo, Lucas, trabajo, comidas, teatro, risas, otro embarazo más, Nuria, mas viajes, familia, juegos, copas, compras, cursos, libros, un sin fin de cosas que no se pueden resumir en esta corta entrada de blog.

Por supuesto en medio tiene idas y venidas, baches, badenes, llantos, mentiras, silencios, lapsus y demás pero sobre todo está cargada de cariño, de amor y ternura, admiración, perdón y olvido, calma y muchas risas.


Mi historia de amor es preciosa, como otras muchas cosas en la vida, a veces se nos olvida y conviene recordar como nos mirábamos, como nos descubrimos y como siempre, desde el primer momento, nos hemos querido.

Historias de amor hay muchas, pero todas diferentes.



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