Timotea

Mi abuela tenía uno de los nombres más feos del mundo, se llamaba Timotea. Y claro, con ese nombre, tenía que ser una mujer de carácter, de carácter fuerte, se entiende. Cabezota, divertida, resuelta, risueña y divertida. Era un personaje que no pasó a los anales de la historia porque no tuvo educación que la acompañara, no sabía leer, ni escribir, pero llevaba bien atados todos los asuntos de su hogar y su familia, cosa que no era normal en las mujeres de la época, vivió los años de guerra y transición y ni siquiera eso la achantó, la Sra Timotea no se asustaba ante nadie, siempre tuvo la mejor casa del pueblo, o por lo menos la que ella consideraba la mejor posicionada; desde su ventana controlaba las idas y venidas de los convecinos de la villa de Tibi, pueblo al que adoraba y al que llamaba el París Pequeño, según ella era como cualquier capital, pero en pequeñito, tenia de todo. Nos contagió su entusiasmo por las personas desconocidas, siempre traía gente nueva a casa, cualquier s...