Viajar

A veces deseo viajar sin destino fijo. 
Me gustaría viajar, no en plan mochilera, no he sido nunca campings y estas cosas,  no lo he hecho en mi vida y no se si estoy ya en edad de probar. Soy más bien de dormir en hoteles, en cama, con su baño y su ducha. En fin a lo que iba, me daría igual a donde ir, pero a veces me gustaría coger el coche y decir,  
súbete y vámonos, visitar un pueblo cualquiera, pasar allí unos días, hablar con la gente de la calle, conocer como viven allí, quedarme a dormir en una de sus casas (casas si mola, equivale a hotel) y al día siguiente ir a otro sitio, sobre la marcha; o coger un avión y decir, el próximo vuelo a ... me da igual que sea Londres, Santiago, Munich, Barcelona, Palma o Moscú.
Sueño con un viaje que no esté planeado, que salga sobre la marcha y que te pasen cosas interesantes, que descubras sitios nuevos.
Imaginate, viajes donde te pasan cosas sorprendentes, incluso malas, que se pinche la rueda del coche  que has alquilado justo donde no hay cobertura, por ejemplo, al final ese tipo cosas te llevan a recordarlas siempre, porque el de la grúa al que consigues llamar después de una larga caminata, es un tipo apestoso que no para de hablar, pero que te soluciona todo y te recomienda a un lugar estupendo donde cenar, son estas desventuras las que recuerdas durante años de un viaje, y cuando descubres aquella ciudad en la que te perdiste después de que te pelearas con tu compañero de viaje sobre que salida
coger y acabaste en aquel monasterio maravilloso, o aquella caminata en el campo en la que visteis un atardecer estupendo.
Si lo hago te contaré la aventura, seguro que te sorprenderá.

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